El día de ayer me fui de viaje corto con unos amigos a un pueblito del Edo. Merida, llamado Apartaderos, con la intención de disfrutar y cambiar de ambiente, así fuera por unas horas.
El clima era ideal, un frío hijo e' p...; estaba lloviendo pero no era limitante para salir a recorrer los alrededores; la posada hermosa; y por supuesto, los panas al máximo gozando. Llegando al pueblito, dejamos los bolsos en la posada y nos dirijimos a almorzar en un restaurant cercano. Estando sentados todos esperando para ordenar, me llegó un mensaje de texto a mi celular donde un amigo me informaba que habían matado a un excompañero de trabajo de la institución donde dejé de laborar hace como un mes. Lo asesinaron para robarle el carro. La noticia me dejó en el sitio, de la impresión se me quitó un poco el apetito voraz que traía, cambié de humor, y en el resto del viaje tuve que sonreir forzada para no parecer aburrida.
Tengo como un sabor amargo en la boca, me siento llena una arrechera de mil demonios, porque no concibo que a alguien se le quite lo que es suyo por derecho, a pesar de vivir en un país donde hay más ladrones y asesinos que gente, y donde es pan de cada día este tipo de sucesos. No concibo que no se pueda tener nada considerado "lujoso" por el temor a ser asesinado. Y por último, no concibo que nisiquiera puedas irte de viaje por un día, sin recibir la noticia de que un ser bueno, correcto y trabajador, murió a manos de unos coños de su madre que no les dio la maldita gana de considerar a alguien que solo estaba defendiendo lo que tanto le había costado conseguir.
No puedo decir que se hará justicia, porque se que aquí no sucederá. Solo espero que el que está allá bien arriba, se encargue de hundir en la quinta paila del infierno a las escorias que cometieron el crimen. Y al compañero Jhon, que lo lleve a su lado.
El clima era ideal, un frío hijo e' p...; estaba lloviendo pero no era limitante para salir a recorrer los alrededores; la posada hermosa; y por supuesto, los panas al máximo gozando. Llegando al pueblito, dejamos los bolsos en la posada y nos dirijimos a almorzar en un restaurant cercano. Estando sentados todos esperando para ordenar, me llegó un mensaje de texto a mi celular donde un amigo me informaba que habían matado a un excompañero de trabajo de la institución donde dejé de laborar hace como un mes. Lo asesinaron para robarle el carro. La noticia me dejó en el sitio, de la impresión se me quitó un poco el apetito voraz que traía, cambié de humor, y en el resto del viaje tuve que sonreir forzada para no parecer aburrida.
Tengo como un sabor amargo en la boca, me siento llena una arrechera de mil demonios, porque no concibo que a alguien se le quite lo que es suyo por derecho, a pesar de vivir en un país donde hay más ladrones y asesinos que gente, y donde es pan de cada día este tipo de sucesos. No concibo que no se pueda tener nada considerado "lujoso" por el temor a ser asesinado. Y por último, no concibo que nisiquiera puedas irte de viaje por un día, sin recibir la noticia de que un ser bueno, correcto y trabajador, murió a manos de unos coños de su madre que no les dio la maldita gana de considerar a alguien que solo estaba defendiendo lo que tanto le había costado conseguir.
No puedo decir que se hará justicia, porque se que aquí no sucederá. Solo espero que el que está allá bien arriba, se encargue de hundir en la quinta paila del infierno a las escorias que cometieron el crimen. Y al compañero Jhon, que lo lleve a su lado.
3 comentarios:
Ay mi Fausti... qué arrechera y dolor. Coincido contigo en todo... me dejaste mal :(
un beso ♥
Euchy: Gracias por pasarte por acá. Laidea no era que te pusieras mal porque se que andas full. Un beso
Ricardo J. Román: Gracias.
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