sábado, 12 de noviembre de 2011

A propósito del cumpleaños de mi papá y la inteligencia emocional

Hoy mi papá llegó a los 77 años, afortunadamente lleno de salud y lucidez.

Y lo que tampoco ha perdido es la increíble capacidad de pasar de la serenidad y tranquilidad, a la más terribles de las "arrecheras" (extremo mal humor).

Mi viejito, tan lindo como siempre conmigo, se armó una de sus acostumbradas conmigo justo antes de su cumple. Menos mal que aún no existe botella de whisky que no lo haga sonreír.

Su episodio de furia, me hizo recordar la casi inexistente inteligencia emocional que posee. Es una lumbrera en muchos aspectos, pero en las emociones tiene cero.

Cito de Don Daniel Goleman, difusor de la IE:

" El termino inteligencia emocional se refiera a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un termino que engloba habilidades muy distintas-aunque complementarias-a la inteligencia académica la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual..."

Weisinger expuso, tomando como referencia a Peter Savaloy y John Mayer, los cuatro componentes y habilidades básicas de la IE:

1. La capacidad de percibir, valorar y expresar emociones con precisión.

2. La capacidad de poder experimentar, o de generarlos a voluntad, determinados sentimientos, en la medida que faciliten el entendimiento de uno mismo o de otra persona.

3. La capacidad de comprender las emociones y el conocimiento que de ellas se deriva.

4. La capacidad de regular las emociones para fomentar un crecimiento emocional e intelectual.

Según esto, mi viejo no tiene la capacidad de saber cuando, como y donde expresar sus emociones. Le tiende a tragarse TODO lo que siente, a cargar con culpas ajenas, y a pretender que todo está bien, y que está en total control de lo que siente. Pero cuando le pasa una mosca volando por el frente, explota tal cual bomba de Iroshima (con hongo nuclear y todo).

Resumiendo, mi papá casi arruina su cumpleaños por un BRUTO emocional.

Lastima que por ahí andan unos cuantos que son igualitos.