lunes, 19 de mayo de 2008

Una historia como todas... (II)

Continuando con Una historia como todas... Ahí les va.


Las discusiones se hicieron frecuentes entre ellos, ya no disfrutaban tanto como antes. Ella pensaba que todo era culpa de una relación anterior, donde él dejó de creer en el compromiso. Necesitaba desesperadamente entender porqué él no quería comprometerse.
Un buen día él le dijo a ella que ya no sentía lo mismo, que no sabía porqué pero que ya no la quería como antes. Ella quedó desconcertada. Su reacción fue de ira (el escudo perfecto del dolor y la tristeza). Se separaron.
Él comenzó a salir con otra; no se sabe si fue para probar una piel nueva o fue buscando dentro de si el amor que se le había perdido. Ella al enterarse no quiso saber nada más de él, y la poca esperanza que albergaba desapareció, sumiéndola en una gran tristeza. Quedó totalmente decepcionada de aquel hombre con el cual había compartido todo. No entendía como podía decirle que ya no la quería, de un día para otro, y luego andar con otra como si nada. “Cosas de hombres…” pensó ella.
A ella lo que le quedó fue enterrarse en su trabajo, en la adquisición de su carro nuevo (y en pagarlo) y en tratar de seguir adelante. Afortunadamente la enviaron a trabajar fuera de la ciudad. Mientras tanto, él se cansó de su nueva conquista y redescubrió lo especial que era ella. La volvió a buscar. La llamaba, le enviaba mensajes, seguía pendiente de todo, como si nada hubiese pasado. Lo que él no sabía es que ella había conocido a alguien más, y estaba empezando a interesarse. Ya tenían días saliendo y conociéndose.
Esto fue como un gran baño de agua helada. Ella le pidió que se alejara y que no la siguiera llamando ni buscando porque ya estaba con otra persona y quería que esa relación funcionara. Él no entendió como ella lo había podido olvidar; había reconocido que se había equivocado al dejarla y quería que todo fuera como antes.
Ya era tarde, ella ya había tomado la decisión de pasar la página y comenzar un nuevo capítulo en su vida al lado de este hombre que prometía ser más centrado, equilibrado y sincero. Él no desistió, se había dado cuenta que la quería y no la iba dejar ir tan fácilmente. “Hay que luchar por lo que se quiere”, pensó él.


¿Será que un clavo saca a otro clavo?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm.... me gustaia decir que si... aunque aveces las cosas no son tan faciles..
que tengas una linda tarde...
abracito lluvioso desde valpo

Anónimo dijo...

gracias por tus palabras...
y ese abrazo caluroso.. ha llegado buen puerto gracias
yo desde aca te mando un abracito lluvioso...
XD
que tengas una linda tarde

VALENTIN dijo...

Quieres nachos con queso? acabo de llegar a la casa y bueno, ceno algo mientras te leo tambien. Aveces eso de que unclavo saca a otro clavo, es un arma de doble filo;parece funcionar cuando tratamos de olvidar algo o alguien o cuando somos realistas y dejamos ir con resignacion algunas cosas...

Unbeso grande para ti esta noche y gracias por ser encantadora.

Birrilly dijo...

Sigo al unisono de esta historia........muy real. EXITOS

Fausti dijo...

Lili: La vida no es fácil. Y de nada. Gracias por los abrazos.

Valentín: En este caso es dificil decir si funciona o no. yo estoy observando esta historia muy de cerca. Besos para ti, y más encantador eres tú.

Birrilly: Gracias por tu visita, pronto vendrá la 3era parte.