No extrañarás...

No extrañarás nuestras conversaciones, ni mi presencia en tu colchón mientras tratas de dormir. No extrañarás los momentos de películas, o los cigarrillos que se consumían mientras observábamos la ciudad. No extrañarás mis ataques compulsivos, ni los desfiles íntimos. Pero se que extrañarás mi cuerpo, se que anhelarás mi piel, y mi olor a hembra en tus sábanas.
No extrañarás los momentos en que nuestras almas se tocaban, ni esas miradas profundas tratando de penetrar más allá de lo concebible. No extrañarás los “te amo” entrecortados, pero se que morirás por sentirme una vez más.