El día amanece sin ser él. Vestido de tristeza y distancia se levanta aletargado dejando rodar por su manto grisáceo débiles lágrimas que van opacando todo lo que yace debajo de él. Despide un aroma a nostalgia y dolor que revive imágenes y palabras que había enterrado en lo más profundo de mi alma, haciendo que me acurruque en un pequeño rincón, buscando consuelo. Pero lo único que consigo es llover como este día, y vestirme como él, con un traje de tristeza y distacia, inpregnándome de su perfume de nostalgia y dolor.
P.D: Los días nublados nunca han sido mis preferidos. Nunca he compartido el gusto de la gente de mi ciudad natal por los días nublados. Asumo que los aman porque a esta tierra se le bautizó como "La tiera del Sol Amada".
4 comentarios:
Lo bueno de las nubes es que pasan.
pd: recibí tu sms, lo vi también, de hecho fui a comentar de una vez por todas al individuo.
ni hablar...
ya salí yo a comentarle al otro, a ver si me sale ahora con una ofensa..
ni modo, chama..
tienes gmail? puedes entrar para hablar por ahi que aqui en la univ no tengo MSN?
besos
lo bueno de toda esa tristeza es que nos recuerda que estamos vivos y que a traves de ella sentimos
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