Cuestión de gente

Nunca deja de sorprenderme la gente.

La diversidad que nos caracteriza es tal, que fácilmente perderíamos la cordura tratando de entendernos.

Hace años atrás, una profesora de la universidad me preguntó mi percepción sobre la gente, a lo cual respondí de forma muy severa, diciendo que eramos egositas, perversos, conformistas o en extremo ambiciosos. Incapaces de encontrar el punto medio y nunca al tanto del otro.

Esa misma profesora me respondió que mi percepción estaba errada, y que debía empezar a ver a la gente con menos dureza, porque así como los definía a ellos, me definía a mi misma. Y es cierto, en el momento reconocí que era así; por lo cual decidí cambiar, y lo hice.

Lo que me da tristeza es ver que hoy, mi percepción no estaba tan equivocada. Me he encontrado con gente que miente descaradamente, gente que se acerca solo por el interés de conseguir un beneficio personal sin importar si el otro sale perjudicado, gente que promete y promete y a la final nunca cumple, gente que no valora lo que los otros les brindan, gente que deja atrás todo sin importar nada, gente que no respeta la condición humana, gente que se apodera de lo tuyo sin detenerse a pensar cuanto te costó conseguirlo.

Y no es que no haya gente con cualidades más agradables. Si las hay, y las conozco, pero son muy poca en comparación a la "otra" gente.

Después de haber visto tanta cosa desagradable de la gente, admito que me siento totalemente desilusionada. Siempre me pregunto ¿no sería mejor el mundo si hubiese más gente que no fuese egoista ni hipócrita, que consideraran a los demás, que supiesen valorar a quienes los rodean, que respetaran todo y a todos? Si somos "gente", seres humanos con capacidad de razonar y bla bla bla... ¿porqué se nos hace tan díficil cambiar aquello que perjudica al prójimo?.

Después de pensarlo tanto, estudiarlo e investigarlo (porque he dedicado parte de mi vida y mi ejercicio profesional a ello), llegué donde llegamos todos... a decir NOSE.

Decidí que lo unico que puedo hacer por ahora, es no ser como "esa" gente. Seguiré siendo respetuosa del otro, valoraré a quienes me rodean, diré la verdad pero sin buscar herir, y sobre todo cumpliré mis promesas, porque creo que en esa medida haré que la gente se de cuenta de que a pesar de todo lo malo, vale la pena creer y querer a la gente.