Si... No... Nosé... Es que...
Estas eran las únicas palabras que daban respuesta a la pregunta que mil y un veces le hicieron a ella: ¿Vas a volver con él?
Decía ella: "Dame un tiempo". Él respondía: "¿Cuanto?". Esto se convertía en discusión y molestia para los dos. Ella solo quería tiempo, él quería saber cuantro para así poder saber si valía la pena esperar.
Lo que ellos nunca vieron fue que el tiempo se los seguía comiendo y haciendo de las suyas, uniéndolos y separándolos, peleándolos y reconciliándolos, acostumbrándolos de nuevo el uno al otro. Así estuvieron, siendo sin ser.
Hasta que un buen día el tiempo se cansó de ellos y de su relación "especial". Él le pidió que fuera su novia, y ella aceptó. Ninguno lo pensó, ni siquiera pestañeó. Solo lo hicieron: se hicieron novios.
El título tan ansiado llegó, pero ya para ella no tenía importancia porque finalmente entendió que lo importante era estar con él. Él por su parte reconoció estar enamorado de esta mujer que casi deja escapar.
Al fin están juntos, y ahora no son ella y él, son ellos. Y son felices, o al menos así se ven. Claro, todo tiene sus altas y bajas pero después de tanto vivido y sentido, solo queda disfrutar de lo bonito.
Decía ella: "Dame un tiempo". Él respondía: "¿Cuanto?". Esto se convertía en discusión y molestia para los dos. Ella solo quería tiempo, él quería saber cuantro para así poder saber si valía la pena esperar.
Lo que ellos nunca vieron fue que el tiempo se los seguía comiendo y haciendo de las suyas, uniéndolos y separándolos, peleándolos y reconciliándolos, acostumbrándolos de nuevo el uno al otro. Así estuvieron, siendo sin ser.
Hasta que un buen día el tiempo se cansó de ellos y de su relación "especial". Él le pidió que fuera su novia, y ella aceptó. Ninguno lo pensó, ni siquiera pestañeó. Solo lo hicieron: se hicieron novios.
El título tan ansiado llegó, pero ya para ella no tenía importancia porque finalmente entendió que lo importante era estar con él. Él por su parte reconoció estar enamorado de esta mujer que casi deja escapar.
Al fin están juntos, y ahora no son ella y él, son ellos. Y son felices, o al menos así se ven. Claro, todo tiene sus altas y bajas pero después de tanto vivido y sentido, solo queda disfrutar de lo bonito.
Qué métodos tan extraños tiene la vida ¿no?
4 comentarios:
Sabes Fausti, el amor no es complicado en si, somos complicados los sere humanos, con nuestros fantasmas, por ser intolerantes y aveces egocentricos.
Que bueno que estés de regreso, que bueno que hayas encontrado el camino de volver a escribir.
En tu casa, no me molesta el rosado, es el color con que asocio el olor a vainilla, jejejejeje!
Un besote y feliz fin de semana!!!
Esta historia la conozco yo.........................
♥♥♥
Un beso, tontis.
Pd: A partir de mediados de sept es la cosa, porque reparo.
Muak gracias TQM
Las curvas que da la vida, siempre sorprendiéndonos con lo inesperado, aunque hay cosas que se perciben y se ven venir.
Buen post y blog. Espero regresar.
Saludos...
En un post viejìsimo; de esos que subo y luego "quito" por estar en destiempo conmigo, sentenciè que en una plaza, con un carrito de helados, con globos, y con muchos àrboles frutales iba a reconocerle a la distancia...
No temo en afirmar que, el universo obra de unas maneras sorprendentes, siempre...
Un beso, mis respetos, te leo!
;-)
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