Y así se siente la soledad, cuando no hay absolutamente nadie que se pregunte que harás en los próximos días. Cuando nadie te escribe o te llama, cuando quien más se debe preocupar por ti ni te determina.
No había experimentado esto en mucho tiempo y no me gusta. Pero, pensando bien todo, es mi culpa. Yo tomé las decisiones que me llevaron a estar sola hoy a esta hora.
Me pregunto y repregunto si debí haber tomado la decisión contraria e irme. Y me pregunto porque tengo la pequeñita esperanza de que aún hay solución. Pero el dolor es tanto que mi reacción instintiva es mandar todo a la mierda. Después de ayer y de hoy, y de esta soledad que me cobija, no quiero más nada. Solo dejar de sentirme así.
Gracias por dejarme sola cuando más te necesitaba. Ya pude ver que lo único importante es lo que tú necesitas. No te bastó con juzgarme, adaptarme a tus gustos y amigos, y con hacerme quedar, ahora me abandonaste una vez más.
Me cansé.
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