No solo de realidad debemos estar hechos. A veces las emociones deben aflorar para recordarnos que somos humanos
domingo, 27 de febrero de 2011
¿Qué es la paz?
jueves, 17 de febrero de 2011
Otro año más
Hoy estoy llegando a los 29 años. Me veo de 23 y me siento de 40.
Tengo lo básico, he conseguido lo básico. Pero nada extraordinario. Para este día, y esta edad pensaba que iba a estar comiéndome el mundo. No tengo el trabajo exitoso y reconocido con el que siempre he soñado, me lo arrebataron de las manos. No tengo grandes bienes materiales (entiéndase carro o vivienda propia), y por supuesto la independencia es casi una utopía. Tengo casi 30 años y tengo que pretender que no siento y no quiero. Ando mendigando amor cuando se suponía que para este día, y a esta edad estaría celebrando dichosa con mi compañero de vida y probablemente mi hijo o hijos.
Hoy que es un día para celebrar, tengo que trabajar doble turno para poder tener un ingreso extra, y para pagar la tarjeta de crédito que llegó al límite por un gasto imprevisto. Y por esto no puedo irme a cenar con mis viejos. A parte tengo una reunión donde se que me dirán que prontamente me quedaré sin trabajo, y con la buena situación de este país… Y para colmo, no tengo quien me saque a comer o me invite un helado, o un trago, o simplemente me lleve a dar una vuelta. Nadie quien me de un regalo tonto, o una flor, o un dulce. No lo tuve en San Valentín, y no lo tendré hoy (él ya tuvo su San Valentín y su cumpleaños, y su aniversario, y su navidad y su año nuevo y su todo con quien debe). Parece que estoy quedando por fuera de muchas ecuaciones.
Así que no tengo ganas de celebrar, no tengo motivos, no tengo dinero, no tengo gente y no tengo tiempo.