domingo, 27 de febrero de 2011

¿Qué es la paz?

Escucho todo el tiempo que la piden, que es lo que necesitamos. Pero tengo la triste certeza de que anhelamos algo que no sabemos que es.

A veces creo recordarla, y se sentía bien. Creo que la paz era levantarme en las mañanas tempranito e ir al colegio sin pensar en más nada que la tarea que no había hecho el día anterior. Y en los paseos al cabo San Román, en el ranchón de Margarito; y maravillarme al ver las luces del puerto de Aruba de noche. La paz era las mañanas heladas en el nidal de nubes, y el aroma a arepa recién asada que salía de la cocina de Mariita. El correr con Sebastian en busca de moras frescas al fondo de la posada, mientras Madonna lloraba porque no podía alcanzarnos.

La paz... creo que la sentía cuando me dormía entre mi papá y mi mamá. Todo estaba bien, todo estaba tranquilo, todo estaba donde debía estar, y había lo que debía haber. Pero dejó de ser así hace mucho.

Quisiera por un ratico dejar de sentir el miedo cuando salgo a la calle, y la desconfianza que me genera cualquier ser humano que tenga a mi alrededor. La angustia de tener que sacar cuentas cada vez que me depositan el sueldo. Y la desesperanza de acostarme a dormir cada noche pensando que será de mi vida en un año y no poder hacer planes. La rabia de no tener un centavo para poder escapar a tanto caos. Y más aún, no tener a nadie con quien poder planear ese escape.

Quisiera dejar de sentir la envidia que me da saber que mis amigos se han ido, y los que quedan se irán. Y sobre todo, necesito dejar de sentirme sola, necesito dejar de llorar, y necesito dejar de extrañar.

¿La paz? ¿Alguien me puede decir, por favor, que carajo es la paz?

Se me olvidó...



jueves, 17 de febrero de 2011

Otro año más

Hoy estoy llegando a los 29 años. Me veo de 23 y me siento de 40.

Lamentablemente no puedo decir que me siento dichosa ni que he alcanzado todos mis objetivos a esta edad, porque no es así. La distancia entre mi realidad y mi plan original hace unos pocos años, es enorme.

Tengo lo básico, he conseguido lo básico. Pero nada extraordinario. Para este día, y esta edad pensaba que iba a estar comiéndome el mundo. No tengo el trabajo exitoso y reconocido con el que siempre he soñado, me lo arrebataron de las manos. No tengo grandes bienes materiales (entiéndase carro o vivienda propia), y por supuesto la independencia es casi una utopía. Tengo casi 30 años y tengo que pretender que no siento y no quiero. Ando mendigando amor cuando se suponía que para este día, y a esta edad estaría celebrando dichosa con mi compañero de vida y probablemente mi hijo o hijos.

Hoy que es un día para celebrar, tengo que trabajar doble turno para poder tener un ingreso extra, y para pagar la tarjeta de crédito que llegó al límite por un gasto imprevisto. Y por esto no puedo irme a cenar con mis viejos. A parte tengo una reunión donde se que me dirán que prontamente me quedaré sin trabajo, y con la buena situación de este país… Y para colmo, no tengo quien me saque a comer o me invite un helado, o un trago, o simplemente me lleve a dar una vuelta. Nadie quien me de un regalo tonto, o una flor, o un dulce. No lo tuve en San Valentín, y no lo tendré hoy (él ya tuvo su San Valentín y su cumpleaños, y su aniversario, y su navidad y su año nuevo y su todo con quien debe). Parece que estoy quedando por fuera de muchas ecuaciones.

Así que no tengo ganas de celebrar, no tengo motivos, no tengo dinero, no tengo gente y no tengo tiempo.


Not so happy birthday to me…



lunes, 14 de febrero de 2011

I HATE HATE HATE VALENTINE'S FU%&$ DAY
(I can't make you love me, and that's what I hate the most)