Parece mentira, pero en tan poquitos días se observa y vive tanto.
El sábado se casaron por el civil dos de mis amigos, Carli y Shaggy. Finalmente decidieron matricidiarse, es decir, unirse en legal matrimonio e iniciar una vida juntos (aunque por ahora seguirán viviendo cada quien en su casita). Yo creo que estaba más feliz que ellos, y sobre todo porque fui testigo yeeeeeeiiiiiii!!!! . Gozamos un bolón, y estuvimos hasta las 6:30 a.m. del domingo compartiendo.
Hoy, por incompatibilidad de horarios con mi compañera, me toca irme solita del colegio hasta el otro trabajo. Pero este último es un curso que inicia a las 3:30 p.m. Así que me queda bastante tiempo para almorzar y descansar; por lo cual decidi probar el restaurant Santa Rita donde hacen, según ellos, la mejor paella de Maracaibo.
No se si es la mejor, pero estuvo exquisita, además de la ensalada césar y la sangría por cortesía de la casa. A parte acompañé la paella con su respectiva copa de vino blanco; y como digestivo por andar de comelona, me regalaron un amaretto. Fue (como dicen aquí) tremenda papa, con todas las de la ley. Y llegué a dar mi clase feliz y relajada jajajajajajaja.
Estos son los momentos que me encantan, que atesoro en mi memoria, y que siempre busco tener.
¡¡Feliz semana!!
El sábado se casaron por el civil dos de mis amigos, Carli y Shaggy. Finalmente decidieron matricidiarse, es decir, unirse en legal matrimonio e iniciar una vida juntos (aunque por ahora seguirán viviendo cada quien en su casita). Yo creo que estaba más feliz que ellos, y sobre todo porque fui testigo yeeeeeeiiiiiii!!!! . Gozamos un bolón, y estuvimos hasta las 6:30 a.m. del domingo compartiendo.
Hoy, por incompatibilidad de horarios con mi compañera, me toca irme solita del colegio hasta el otro trabajo. Pero este último es un curso que inicia a las 3:30 p.m. Así que me queda bastante tiempo para almorzar y descansar; por lo cual decidi probar el restaurant Santa Rita donde hacen, según ellos, la mejor paella de Maracaibo.
No se si es la mejor, pero estuvo exquisita, además de la ensalada césar y la sangría por cortesía de la casa. A parte acompañé la paella con su respectiva copa de vino blanco; y como digestivo por andar de comelona, me regalaron un amaretto. Fue (como dicen aquí) tremenda papa, con todas las de la ley. Y llegué a dar mi clase feliz y relajada jajajajajajaja.
Estos son los momentos que me encantan, que atesoro en mi memoria, y que siempre busco tener.
¡¡Feliz semana!!
1 comentario:
Ay que pinta más deliciosa tiene esa paella! :) me alegra leer que este plato también gusta en Venezuela.
Bonito blog!!
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