Siempre han dicho que el que espera desespera. Y aparentemente es asi.
Cuando por fin me habia resignado a no estar con nadie y dejarme consumir por el recuerdo de aquella fallida relacion, aparece alguien que habia estado cerca durante mucho tiempo pero no habia notado.
Un hombre (si, mayor que yo), trabajador, de buena familia y con una formacion conservadora, buenmoso, inteligente y sobre todo algo que ya no se consigue: caballero.
Se dio a la tarea de hacer el cortejo con invitacion a comer varias veces, mensajes muy educados saludando, evitando algun contacto fisico que pudiese interpretarse como inadecuado. Se ha dedicado a conocerme y ha mostrado un interes genuino en mi. Mientras escribo esto, me "whatsasappea" diciendome todo lo bonito que ve en mi.
En esta ciudad de salvajes donde las mujeres somos simples vaginas con un cuerpo adjunto, encontre a un hombre que ve todo lo opuesto. Un hombre que me brinda sensacion de proteccion, pero no camina delante de mi para representarme si no que va a mi lado. Que esta claro en lo que quiere porque el tambien ha estado donde he estado yo. Que siente temor de empezar otra vez, pero comparte ese temor conmigo porque cree que vale la pena enfrentarlo para estar juntos.
Encontre a alguien que apuesta por mi, por quien soy. Y yo encontre a alguien por quien quiero apostarlo todo.
Al fin la maldicion esta desapareciendo. Encontre a alguien no como el, sino mucho mejor que el. Asi que Adele se equivoco un poco cuando me canto aquella famosa cancion por primera vez.
Me siento como una adolescente, llena de ilusiones y planes. Con curiosidad por saber que depara el futuro. Pero siendo realista, lo unico en que debo pensar es en disfrutar cada momento que se presente con este caballero de armadura brillante que se ha cruzado en mi camino y por quien agradezco al Todopoderoso.